reaprendizaje de civilidad

Reflexiones, politica, anecdotas, imaginación y yo.

18.4.06

Alguien me comento que todos somos especiales solo por el hecho de ser humanos, conciencia humana que le llaman los teóricos. Mas, por miedo a no encajar, nos esforzamos todo el tiempo por demostrar que somos tristemente comunes.

A mi me obligaron a ser común, mi espíritu libertario se resistió de todas las formas posibles, con el humor, con la evasión, pero no pude confrontarlo, pues viejas deudas con mi YO interior se me cobraron, con la presión externa y mi autoestima mellada no fue difícil quebrantarme primero adoptando el ser común y luego castrando mi libertad hasta el suicidio como individuo pensante y retroceder a niveles de mediocridad y dependencia.

Esas deudas, esos errores que venían del pasado están basados en la falta de concreción de un conjunto de hábitos positivos, una débil voluntad y la consiguiente baja valoración personal; esto dispara la sobre conciencia del YO que cuestiona incluso el sistema de valores a partir de las acciones erradas basados en hábitos inexistentes; generando antivalores que al final son los que entraron en conflicto con mi ética fundamental y me obligaron a orillarme del camino en este reaprendizaje de civilidad.

A.Z.

12.4.06


Reaprendizaje de civilidad es un momento en la vida cuando hay que replantearse ciertas cosas de quien eres, porqué haces lo que haces y que te mueve a hacerlo.

A mi me ha llegado al cuarto de siglo, en palabras de un amigo, me ha llegado como “hombre con yaya”, un poco golpeado, afilado y desengañado. Sin duda hace mucho que salimos del estuche, la sonrisa la inauguramos ayer y luego nos la cerraron a golpes. Con todo lo que vimos y lo que aprendimos formamos la masa de desconciertos, sueños y emblemas que cargamos, esas cosas que hacen que termines un día mirándote sobre el hombro y dándote cuenta que te has transformado o estas en camino de ser el perfecto idiota que nunca quisiste ser.

Cuando los errores comenzaron a cercarme, cuando ya no me quedaron más caminos, me deshice de todo, no tuve miedo de perder y me perdí. Ahora quiero encontrarme y para hacerlo es necesario transitar y rehacer un camino de civilidad.

Este camino es reaprender los valores y principios éticos que siempre me inculcaron pero de manera natural y no artificial como con la educación o los libros de Esopo. El verdadero despertar ético de la persona es un punto de maduración por el cual estoy pasando y que creo es la diferencia del joven del adulto, tal vez son solo mariconadas para no asumir responsabilidades, a fin de cuentas en un país como el nuestro el signo de la adultez es la rápida procreación, el matrimonio o la apremiante situación económica que te obliga a asumir las riendas ya, a sobrevivir como sea.

Tampoco pretendo institucionalizar la cultura del desvalido: del tipo que vive de otros so excusa de una búsqueda personal perpetua, hay que ser concientes que el tiempo pasa y la juventud es un bien muy volátil. El sentido de la vida según Vicente Santuc es darle sentido a nuestra vida; no buscarle explicaciones. Por el contrario la sobre conciencia de nuestros actos puede hacernos innecesariamente lento el ejercicio de vivir, además de ser signo de depresión (ah si lo sabré)

Pero justamente el darle un sentido conlleva no solo el asumir nuevas responsabilidades sino también la impostergable labor (por lo menos para mi) de una redefinición de los patrones morales que condicionan nuestros actos y es que durante la adolescencia y juventud al descubrir la realidad hemos utilizado el constructo moral de nuestras familias de nuestras escuelas y nuestra sociedad.

No hemos sido concientes del Porqué, Por qué elegimos esos caminos, por qué de algunas actitudes frente a la vida, el cuestionar nuestra escala de valores y eventualmente darnos cuenta que podemos cambiar adoptando valores que dejamos perdidos (como en mi caso la responsabilidad, el respeto por el otro o la puntualidad) son perfectas excusas para hacer una evaluación de inicios de gestión pero también es el ideal antecedente para estos procesos de revisión que sin duda nos acompañarán en nuestras vidas (quizá el mas conocido de estos sea la famosa crisis de los 40)

Bueno quedan invitados a transitar conmigo este reaprendizaje de esos valores que construyen nuestra personalidad y nuestras vidas. Curioso que coincida con una coyuntura política tan singular, curioso sí, al azar; nunca.

Elías